Una tonelada de CO2 cotiene 1,3*10^28 moléculas de CO2 (esto es un 1,3 seguido de 28 ceros). Vamos, un montón. Una tonelada de carbono contiene 5*10^29 moléculas, otro montón. Mayor. Concretamente, 3,6 veces más moléculas (bueno, átomos en este caso).
¿A qué viene esto?
Nada, es que muchas veces se habla de toneladas de carbono o toneladas de CO2 como si fueran lo mismo. No, una tonelada de CO2 contiene 272 kg de carbono.
No nos confundamos.
martes, 8 de diciembre de 2009
jueves, 3 de diciembre de 2009
¿Preferimos un mal acuerdo a una ausencia de acuerdo o al revés?

A la hora de analizar la historia o incluso la actualidad, uno debe de tener consciencia de este sesgo cognitivo. Es decir, de lo que todos hacemos sin darnos cuenta. Por ejemplo, la consitutición europea actúo como punto de anclaje. Todo lo demás se define en comparación a la constitución europea, se rebaja o se amplía, pero seguimos anclados en el mismo modelo mental.
Estos últimos días, con razón de la cumbre de Copenhagen, he leído opiniones a favor y en contra de un acuerdo. Vamos por partes. El titular de hoy de El Pais es tremendo: Uno de los científicos del clima más destacados prefiere que la cumbre de Copenhague fracase. En él se dice que James Hansen, un físico de la NASA, muestra su preferencia por una ausencia de acuerdo antes que por un mal acuerdo. Para él, los parámetros en que se mueve la discusión son realmente escasos y cree que una ausencia de acuerdo puede tener el efecto de cambiar el paradigma. Considera que COP15 va en la mísma línea que Kyoto y que va a tener la misma eficacia (demasiado baja, a su entender).
Por otro lado, en Technology Review, leo como economistas de Columbia se muestran favorables a un acuerdo, cualquiera, por la certitud que daría. Porque serviría de punto de anclaje focal a muchas iniciativas. El artículo cita el ejemplo de Vestas, que está estudiando ampliar su capacidad de I+D y la condiciona a un acuerdo.
Ciertamente, ambos llevan su parte de razón. Caso de llegar a un acuerdo, Copenhagen no va a cambiar el modelo de Kyoto de manera sustancial. Sin emabrgo, si no se llega a un acuerdo, ¿será posible algo a posteriori? Un acuerdo daría una poderosa señal de voluntad conjunta de actuar, aunque fuera aguada. Ciertamente, complejo.
En mi caso, yo soy más de la sabiduría popular, "más vale pájaro en mano". Para mi, un acuerdo aunque sea malo, es mejor que nada. Actuaría como un faro y punto de referencia para señalar el cambio climático como un problema importante y al que hay que poner coto. Y establecería un marco de referencia. Si se firma, en 10 años, en EE.UU. tendrán con qué comparar sus emisiones de CO2 y de qué avergonzarse. Si no hay acuerdo, esto no sucederá y puede que la presión mediática se diluya como un azucarillo.
Claro que preferiria un acuerdo valiente y agresivo. Pero como ésto no es posible, prefiero un acuerdo mediocre a la falta de acuerdo. Me parece peor alternativa e incluso un poco iluso pensar que se podrá llegar a un mejor acuerdo en 2010 o 2011.
lunes, 30 de noviembre de 2009
Eficiencia energética
Hoy estuve en una charla de Alstom, con su Vicepresidenta de política energética y media ambiente (perdí el papel con su nombre :(). En respuesta una de las preguntas que le hicieron, comentó algo que me sorprendió, me gustó y me hizo pensar.
Hay una correlación importante entre PIB y consumo energético. Supongamos que conseguimos ahorrar 10€ al mes al aislar mejor nuestra casa y así no consumir tanta energía. Esos 10€ se van a gastar en algo que, para producirse, consume energía. Así pues, el ahorro queda diluido (o elminado, según en qué gastemos).
¿Cómo lo resolvemos?
Hay una correlación importante entre PIB y consumo energético. Supongamos que conseguimos ahorrar 10€ al mes al aislar mejor nuestra casa y así no consumir tanta energía. Esos 10€ se van a gastar en algo que, para producirse, consume energía. Así pues, el ahorro queda diluido (o elminado, según en qué gastemos).
¿Cómo lo resolvemos?
domingo, 29 de noviembre de 2009
Pre COP-15

Hae poco ha habido un montón de anuncios relativos a la reducción de emisiones:
- Los EE.UU. parece que pueden comprometerse a intentar reducir las emisiones de carbono en un 17% en 2020 respecto a 2005.
- La UE quizá reducirá su emisiones un 30% en 2020 respecto a 1990 (el compromiso es del 20%).
- China se compromete a reducir su intensidad energética entre un 40% y un 45% en 2020 respecto a 2005.
Todo esto me cansa ya un poco. Este es un problema clásico de teoría de juegos para el que no hay una buena solución: free-rider. O en román paladino, el polizón.
Asumamos que en el mercado de oceite de oliva hay 5 empresas y que se ha visto que por cada euro que se gasta la indústria en anunciar aceite de oliva, se obtienen unos ingresos extra de 3 euros que se reparten a partes iguales entre las 5 empresas. Fantástico, ¿no? Un retorno sobre inversión de 300% suena maravilloso. Sin embargo, si lo pensamos un poco veremos que nadie invertirá.
Pongamos que el coste para la empresa A es de 1 millón. Si todos invierten 1 millón, cada empresa tiene un beneficio extra de 3 millones (ingresos adicionales) -1 millón (gasto) = 2 millones. Sin embargo, si sólo invierte la empresa A, el retorno es de 3/5 millones (ingresos adicionales de la indústria, repartidos entre los 5 actores) - 1 millón = pérdida de 400.000€. Así, si sólo invierte ella no sale rentable, le interesa que inviertan mínimo 2 empresas. Ahora bien, si todas las empresas invierten y la empresa A no, el beneficio es de 12/5 millones = 2,4 M€. Claramente, la empresa A no invertirá. Si invierten él solo, pierde dinero. Si invierten todos, gana 2. Si invierten todos menos ella, gana 2,4. Esto se traduce en que ninguna empresa invertirá (para los que quieran detalles técnicos, este punto es el único equilibrio de Nash de este juego, sí el mismo JohnNash de Una mente maravillosa).
Con la reducción de carbono pasa lo mismo. Un país sólo se comprometerá a reducir emisiones si todos los países lo hacen, puesto que entonces el beneficio de reducir las emisiones (parar el cambio climático) es mayor a su coste (¿frenar el desarrollo económico?). Pero a pesar de todo, si todos los países lo hacen, los incentivos para engañar son grandes: se recoge la mayor parte del beneficio sin incurrir en sus costes.
El ejemplo industrial ha tenido algo de solución en las asociaciones sectoriales y cámaras de comercio. Son ellas las que hacen los anuncios, a menudo, con los fondos de sus asociados (pensad en todas las campañas de promoción de los beneficios del aceite de oliva). En el caso de los países, la "asociación sectorial" es la ONU. Y se está intentando hacer.
Pero esto sólo funciona si hay capacidad de castigar al infractor.
sábado, 28 de noviembre de 2009
Cap&Trade vs Impuestos
Ya hemos hablado alguna vez de las diferencias entre los sistemas de reducción de emisiones basados en cap&trade y los basados en impuestos. Hoy Tim Harford escribe sobre ello en el Financial Times. No aporta nada nuevo, pero hace un buen resumen/simplificación.
miércoles, 18 de noviembre de 2009
Captura de carbono

Como dice Peter Tertzakian en sus libros y en charlas, vivimos en un mundo de "obesos energéticos". Consumimos un montón de energía inútil (calefacción y ventanas abiertas, aire acondicionado y jersey, coches que tragan gasolina como Spurling Mortlock patatas fritas...). Hasta ahora hemos estado mirando al lado del suministro para reducir nuestras emisiones de CO2: renovables, captura de carbono... Sin embargo, si queremos reducir las emisiones quizá hay que plantearse cambiar el comportamiento de la demanda. En resumidas cuentas, consumir menos.
Pero esto difícilmente va a pasar. La gente no cambia de hábitos fácilmente. O no lo hace en absoluto a no ser que haya unos incentivos muy fuertes para ello (multas, precios exorbitantes, descuentos para mejorar la eficiencia...). Personalmente, soy escéptico de que los hábitos cambien lo suficientemente rápido para reducir las emisiones de carbono en un plazo razonable.
Es por ello que creo que cualquier iniciativa del lado de la oferta de energía que contribuya a reducir las emisiones, es una buena iniciativa. Sin embargo, la captura de carbono no es la panacea. Una vez tenemos el carbono capturado, ¿qué hacemos con él?
la tecnología para
domingo, 15 de noviembre de 2009
Incentivos
Cuando se junta gente del sector energético a hablar sobre el futuro, uno de los temas que siempre salen es el del ahorro energético. En inglés le llaman "negawatts" a la energía que podriamos obtener con mayor eficiencia energética (y creedme que hay sitio, el agujero de 2mm en mi ventana es un sumidero).
A pesar de reconocer el enorme derroche energético actual, no parece que la eficiencia avance a marchas forzadas. Veo un problema clarísimo de incentivos: Repsol vende petróleo y cuanto más venda, más dinero gana. ¿Eficiencia? Menos ingresos. Lo mismo se puede decir de la mayoría de empresas del sector energético actual.
Iberdrola es una empresa que se ha pintado de verde: ha sacado su filial de renovables a bolsa (ganando, de paso, visibilidad), sus logos son verdes, patrocinan regatas y eventos "verdes"... Sin embargo, se nos descuelga con esto:
Regalan gas. La teoría microeconómica (y el sentido común) dice que esto debería de aumentar el consumo, lo cual no parece muy verde. Se puede alegar que el gas es menos malo que el petróleo, pero este anuncio va dirigido a casas particulares sin condición de que eso remplace una caldera de gasóleo, p.ej.
Una de las evoluciones naturales de la industria (de muchas industrias) es pasar de ofrecer productos a ofrecer servicios. Por ejemplo, IBM ha pasado de vender PCs a servicios de IT. En esta transición, a IBM ya le da igual que sus clientes compren más o menos ordenadores. Lo que le interesa es que el servicio funcione a la perfección, tenga bajo coste y alto precio. IBM tiene ahora un incentivo para reducir el derroche y mejorar la eficiencia.
La indústria energética sigue en el modelo de vender productos: megavatios*hora, en este caso. No veo en un futuro a Repsol vendiendo "transportamos tu coche 100km por 6€". Quizá se impone una evolución de la industria.
A pesar de reconocer el enorme derroche energético actual, no parece que la eficiencia avance a marchas forzadas. Veo un problema clarísimo de incentivos: Repsol vende petróleo y cuanto más venda, más dinero gana. ¿Eficiencia? Menos ingresos. Lo mismo se puede decir de la mayoría de empresas del sector energético actual.
Iberdrola es una empresa que se ha pintado de verde: ha sacado su filial de renovables a bolsa (ganando, de paso, visibilidad), sus logos son verdes, patrocinan regatas y eventos "verdes"... Sin embargo, se nos descuelga con esto:
Regalan gas. La teoría microeconómica (y el sentido común) dice que esto debería de aumentar el consumo, lo cual no parece muy verde. Se puede alegar que el gas es menos malo que el petróleo, pero este anuncio va dirigido a casas particulares sin condición de que eso remplace una caldera de gasóleo, p.ej.
Una de las evoluciones naturales de la industria (de muchas industrias) es pasar de ofrecer productos a ofrecer servicios. Por ejemplo, IBM ha pasado de vender PCs a servicios de IT. En esta transición, a IBM ya le da igual que sus clientes compren más o menos ordenadores. Lo que le interesa es que el servicio funcione a la perfección, tenga bajo coste y alto precio. IBM tiene ahora un incentivo para reducir el derroche y mejorar la eficiencia.
La indústria energética sigue en el modelo de vender productos: megavatios*hora, en este caso. No veo en un futuro a Repsol vendiendo "transportamos tu coche 100km por 6€". Quizá se impone una evolución de la industria.
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