domingo, 29 de noviembre de 2009

Pre COP-15

El próximo 7 de Diciembre empieza el show del COP15 (show lo digo porque la cumbre no es más que una escenificación de los acuerdos o desacuerdos) que tendrá, un impacto en las emisiones de CO2. Aunque sea por el demagógico argumento que va a volar un mogollón de gente.

Hae poco ha habido un montón de anuncios relativos a la reducción de emisiones:
Y sigue.

Todo esto me cansa ya un poco. Este es un problema clásico de teoría de juegos para el que no hay una buena solución: free-rider. O en román paladino, el polizón.

Asumamos que en el mercado de oceite de oliva hay 5 empresas y que se ha visto que por cada euro que se gasta la indústria en anunciar aceite de oliva, se obtienen unos ingresos extra de 3 euros que se reparten a partes iguales entre las 5 empresas. Fantástico, ¿no? Un retorno sobre inversión de 300% suena maravilloso. Sin embargo, si lo pensamos un poco veremos que nadie invertirá.

Pongamos que el coste para la empresa A es de 1 millón. Si todos invierten 1 millón, cada empresa tiene un beneficio extra de 3 millones (ingresos adicionales) -1 millón (gasto) = 2 millones. Sin embargo, si sólo invierte la empresa A, el retorno es de 3/5 millones (ingresos adicionales de la indústria, repartidos entre los 5 actores) - 1 millón = pérdida de 400.000€. Así, si sólo invierte ella no sale rentable, le interesa que inviertan mínimo 2 empresas. Ahora bien, si todas las empresas invierten y la empresa A no, el beneficio es de 12/5 millones = 2,4 M€. Claramente, la empresa A no invertirá. Si invierten él solo, pierde dinero. Si invierten todos, gana 2. Si invierten todos menos ella, gana 2,4. Esto se traduce en que ninguna empresa invertirá (para los que quieran detalles técnicos, este punto es el único equilibrio de Nash de este juego, sí el mismo JohnNash de Una mente maravillosa).

Con la reducción de carbono pasa lo mismo. Un país sólo se comprometerá a reducir emisiones si todos los países lo hacen, puesto que entonces el beneficio de reducir las emisiones (parar el cambio climático) es mayor a su coste (¿frenar el desarrollo económico?). Pero a pesar de todo, si todos los países lo hacen, los incentivos para engañar son grandes: se recoge la mayor parte del beneficio sin incurrir en sus costes.

El ejemplo industrial ha tenido algo de solución en las asociaciones sectoriales y cámaras de comercio. Son ellas las que hacen los anuncios, a menudo, con los fondos de sus asociados (pensad en todas las campañas de promoción de los beneficios del aceite de oliva). En el caso de los países, la "asociación sectorial" es la ONU. Y se está intentando hacer.

Pero esto sólo funciona si hay capacidad de castigar al infractor.

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