jueves, 8 de octubre de 2009

Energía solar

Hasta hace unos años, cuando hablábamos de energía solar, immediatamente pensábamos en paneles solares. Nos olvidamos por ejemplo de lo bien que se está una mañana de marzo al sol, lo calentito que uno está y como se evitan ls sombras como la peste. En otras palabras, el sol da luz, sí, pero también da calor. Y quizá es más fácil aprovechar el calor que la luz.

A día de hoy, esto cambió ya. Al hablar de solar, debemos distinguir varios tipos de tecnologías. De un lado está la termosolar, que aprovecha el calor. En esta categoría entra los calentadores de agua y sistemas de calefacción y, en países en desarrollo, los hornos solares:



Algo que a mi me resultó sorprendente al ir en tren por la China más rural es la cantidad de paneles termosolares que se ven instalados. Parece que allí es el sistema estandar de calefacción y agua caliente. Teniendo en cuenta que son 1.300 millones de personas, eso son unas cuantas centrales de carbón. Ni de lejos se ven en España tantas, pese a que ahora (¡por fin!) el código técnico de la edificación obligue a que un mínimo del 30% de las necesidades de agua caliente vengan cubiertas así (página 84). A ver si con el tiempo nos acercamos a China.

La otra gran familia de tencologías solares son las que se utilizan para generar electricidad. Dentro de ellas, están claramente los paneles solares fotovoltaicos cuyo principio de funcionamiento es aprovechar la corriente que la luz induce en los células fotovoltaicas. Su popularidad en España se debe, sobretodo, a las subvenciones y su caída a la modificación de estas.

Finalmente, empresas como Abengoa han apostado por las centrales solares de concentración. Aquí se trata de, a través de espejos, concentrar la luz (y con ella, el calor) del sol en un punto donde hay un líquido que, al calentarse, mueve una turbina. Es como un gran horno solar, de unos cuantos kilómetros de radio.

Resumiendo, hay muchos tipos de tecnología y unos están más maduros que otros. La tecnología solar, a diferencia de la eólica, está menos madura para generar electricdad pero tiene una ventaja clara en su capacidad de ser "reducida": por 60€ se puede comprar un panel solar en Tibet. Y eso aporta muchas horas de luz y de teléfono. Claramente, es la energía más adaptada de momento, para proveer de modo masivo con energía al mundo en desarrollo, bien sea como hornos solares (cocinar con carbón es bastante más sucio que hacerlo así), bien sea como proveedor de agua caliente, bien sea para proveer de unas cuantas horas de luz en la noche.

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